La microencapsulación es el proceso con el cual las substancias activas se cubren por cápsulas extremadamente pequeñas. Esta es una nueva tecnología que se utiliza en la industria cosmética, así como en la industria farmacéutica, agroquímica y alimentaria, y se utiliza, en particular, en sabores, ácidos, aceites, vitaminas y microorganismos. El éxito de esta tecnología se debe a la correcta elección del material de la pared, la forma de liberación del núcleo y el método de encapsulación.
A fines de la década de 1930, Barry Green, un químico investigador de National Cash Register Company en Dayton comenzó a investigar cómo el concepto de microencapsulación podría tener aplicaciones potenciales en el proceso de copia de documentos. Si el tinte se pudiera recubrir con un recubrimiento fusible especial que forme la microcápsula, el uso de tinta podría ser menos sucio y más eficiente. Los científicos han estado intrigados por la capacidad de controlar la liberación del ingrediente activo al encapsularlo. En teoría, la microencapsulación era bastante simple; en la práctica, obtener las condiciones adecuadas resultó ser extremadamente difícil. El avanca de Green se convertirá en la base de la tecnología con la que las copiadoras e impresoras crean documentos. Hoy en día, la microencapsulación es fundamental para muchas otras tecnologías, incluidos los pesticidas liberados a lo largo del tiempo y productos farmacéuticos.